Semilla en el paisaje (1961)

Marco Antonio Corcuera escribe estos versos sentidos y a la vez profundos, como el surco de los Andes en los que vivió de pequeño, transmitiendo en sus poemas la belleza de la naturaleza.

Sendero junto al trino

Canto agradecido del poeta a su tierra natal, Contumazá. Los sonetos reflejan la riqueza de la vida en las montañas con todas sus tradiciones y costumbre añoradas.

La luz incorporada

Poema dedicado a la figura del político Víctor Raúl Haya de la Torre tras su muerte. Adquiere una calidad muy elevada a través de diversos recursos poéticos.

Piedra y canto

Poemario que firma bajo el seudónimo de César Aladino, dedicado a Cementos Pacasmayo en el que muestra con bellas décimas el quehacer diario de la empresa.

Semilla en el paisaje (1988)

Edición aumentada del poemario publicado en 1961 bajo el mismo título, en el que Marco Antonio Corcuera escribe versos sentidos y a la vez profundos, como el surco de los Andes en los que vivió de pequeño, transmitiendo en sus poemas la belleza de la naturaleza y de la fauna andina. Su virtuosismo lírico y sabiduría rural invita a volver a las fuentes primigenias del canto, es decir, de la vida.

El Poeta Espera Respuesta

Epístolas de Marco Antonio a Livio Gómez, Andrés Zevallos, Mario Florián y a su hermano, Arturo, escritas con alta sensibilidad y aprecio que reflejan el alma del poeta; las misivas están estructuradas en bellos tercetos alejandrinos.

Los aires del alhelí

Obra de límpida inspiración campesina en la que el poeta muestra de manera fresca los sentimientos populares a través del soneto y las coplas.

El salmo herido

En este poemario Marco Antonio Corcuera se muestra herido; el sentimiento del dolor bulle interiormente y aflora en expresiones transparentes. Transido de nostalgia y añoranza recuerda a la amada, a los seres queridos; y también se refiere a la naturaleza y a la protesta.

Sonetos transitivos

A través de los sonetos Marco Antonio Corcuera vuelca su alma para cantar al amor. Es un desbordamiento interior en sentimiento y en belleza expresiva.

Halcones y torcazas

Emotivas décimas que el poeta escribe para perennizar la amistad verdadera con otros matrimonios, compartiendo vivencias y anécdotas que recuerda con gratitud.

Cartas cruzadas

A la epístola escrita por Marco Antonio Corcuera a su hermano Arturo (El poeta espera respuesta), este le responde con una sentida carta, en la que se advierte una melancolía implícita y una emoción explícita, sintiendo al hermano más cerca y exaltando las virtudes poéticas de Marco Antonio.

Alba de cosecha

Recoge las primeras obras del poeta, como los Poemas breves con los que participó en los Juegos Florales de la Universidad Mayor de San Marcos en el año 1940, mereciendo una Mención Honrosa; así como otros poemas escritos en la década de los 40 y unos sonetos dedicados a la Rosa.

Identidad

Poemario binacional de los poetas Marco Antonio Corcuera (Perú) y Henry Kronfle (Ecuador), compartiendo su pasión por la patria y hermanando a dos pueblos a través de la cultura.

Estrella de cinco puntas

Poemario dedicado a figuras emblemáticas del Partido Aprista Peruano (Haya De la Torre, Seoane, Cox, Orrego y Arévalo), que impactaron en la vida del poeta.

Extravagancias

Los poemas muestran a un joven poeta, clásico en su decir, en su modo de poetizar, que se expresa a través de sonetos de cuidada rima, poemas de métrica variada y poemas breves; empezó a escribir estos versos cuando contaba con veinte años de edad, en 1937.

Raudales de silencio

Los 54 poemas de este volumen fueron escritos ente los años 1935 y 1938. Obra lírica de variedad y riqueza poética en el que no faltan clásicos sonetos y décimas en los que la métrica, el ritmo y la rima buscan crear la música propia del quehacer poético clásico.

Muchachos del treinta y cinco

“Muchachos del treinta y cinco”, poemario del poeta Marco Antonio Corcuera, fue escrito muchos años después de su partida del colegio San Juan, por lo que el sentimiento preponderante en los versos es la nostalgia. Nostalgia por aquellos compañeros con los que el poeta fue cimentando y compartiendo una deontología escrita, no sobre papel, sino a partir de sus propias vivencias y actitudes. Nostalgia también por ese “divino tesoro” que es la juventud en el verso de Rubén Darío. Nostalgia unida a una memoria prolija que recuerda casi la totalidad de nombres, motes y experiencias vividas por cada uno de ellos. No solo de un gripo ni de manera vaga, sino con la nitidez propia del bardo que escribe con la genuina intensidad del amor y los recuerdos.